Retener clientes a largo plazo no es nada nuevo.

Si eres empresario, da igual que tengas un pequeño negocio o una empresa importante, de vez en cuando es necesario que reflexiones acerca de cómo está evolucionando. En el mejor de los casos, tus resultados serán excelentes, tendrás grandes beneficios y una larga lista de clientes que aseguren el futuro de tu empresa. En el peor de los casos, los resultados no serán favorables ya que tus ganancias no superarán apenas tus gastos y, quizá, te estés planteando lo que ningún empresario desea: el cierre…
Sea cual sea tu caso, lo importante es no tirar la toalla, no bajar nunca la guardia. El que hoy está arriba, mañana puede caer en picado; y el que hoy está en el fondo del abismo, mañana puede llegar a la cima de la montaña. En los negocios nunca puedes, mejor dicho nunca debes, permanecer pasivo ya que de lo que se trata es que haya muchos activos en tu bolsillo.
Historia de la fidelización.
Los programas de fidelización han experimentado un auge importante en los últimos años. Esto es gracias a una pequeña herramienta que ha facilitado enormemente la gestión de este tipo de programas. Las tarjetas plásticas han revolucionado las estrategias de fidelización ya que a través de una herramienta pequeña, ligera, fácil de guardar y llevar en el monedero y muy muy cómoda de usar, los negocios pueden ofrecer al cliente todo que quieran diseñar para garantizar su fidelidad.
Pero la fidelización no creas que es algo innovador y actual. A lo largo de la historia han existido muchos tipos de estrategias para retener clientes. Uno de los primero programas de fidelización se inició en el año 1896 por la empresa S&H ofreciendo a sus clientes “Green Stamps” (Estampas verdes). Estas antiguas tarjetas de fidelización consistían en bonos basados en cuánto había gastado un cliente, estos bonos se cambiaban por premios que consistían en artículos para el hogar y cosas por el estilo. En el año 1931 Betty Croker introdujo otro programa de fidelización resultando tan popular que lo mantuvo durante 77 años.
Fuera del sector dedicado exclusivamente a la venta de productos, otro tipo de industrias comenzaron a darse cuenta de las ventajas que ofrecían los programas de fidelización para retener clientes. Las aerolíneas adaptaron la fidelización diseñando estrategias más acordes para ellas que denominaron programas de viajeros frecuentes. American Airlines fue una de las primeras compañías en adoptar esta estrategia y lanzó su programa de AAdvantage en el año 1981 ofreciendo tarifas especiales a clientes que volaban frecuentemente con ellos. Otras empresas del sector de viajes pronto siguieron los pasos y Holiday Inn introdujo su propio programa para fomentar viajes de retornos a destino para sus clientes.
La década de 1980 trajo a los consumidores británicos la oportunidad para adoptar en sus vidas el concepto de programas de fidelización para retener clientes con la introducción del primer programa respaldado ¨Spend & Save¨(Gaste y Ahorre) de Homebase. Pero fue la década de 1990 la que realmente vio arrancar el concepto del programa de fidelización con el gigante Tesco presentando su tarjeta emblemática de cliente en el año 1995, dos años más tarde fue seguida por el ¨Boots Advantage Card¨. No sólo estos programas siguen funcionando hoy en día, además son dos de los más populares programas de fidelización para retener clientes que existen en el Reino Unido con más de 16 y 17,9 millones de usuarios activos respectivamente.
La fidelización en la actualidad.
Con el éxito ya implantado de los programas de fidelización, el siguiente reto para las empresas sería el de cómo destacar entre la multitud y ofrecer a los clientes un valor añadido. Somerfield fue el primero en alejarse de la colección de tarjeta estándar, con el lanzamiento de su ¨Key fob Card¨ en el año 2003 donde ofrecieron a sus clientes una manera alternativa para acumular puntos.
Con el avance tecnológico, en la actualidad los programas de tarjetas plásticas de fidelización (especialmente programas grandes) se complementan con un portal digital que puede contribuir a un compromiso más completo con los titulares de las tarjetas.
El uso de tarjetas de plástico y aplicaciones vinculadas a la fidelización ha acabado por convertirse en la norma. El concepto original creado para retener clientes sigue siendo el mismo, lo único que ha variado es la forma de cómo hacerlo. El mercado ha sabido aprovechar los avances tecnológicos para sacar partido e incrementar sus ganancias además de ofrecer al cliente un vínculo más estrecho con la compañía y hacerle sentir parte de ella.
Si quieres seguir vivo en el mundo de los negocios y no cuentas con un sistema para fidelizar clientes, deberías comenzar a estudiar la posibilidad de incorporarlo a tu negocio ya que esta estrategia cada vez es más valorada por los clientes.
Si necesitas ayuda o asesoramiento acerca de la fidelización, recuerda que nosotros somos expertos en la materia. Contacta con nosotros para preguntar tus dudas y estaremos encantados de ayudarte a mejorar tu negocio. Además, en nuestro blog podrás encontrar información muy valiosa para que apliques en tu día a día y puedas incrementar las ventas de tu negocio.